Cultura por Santander / Culture à Santander (Cantabrie)

Para proseguir con nuestro paseo artístico por Santander, os presentaremos en primer lugar a los "Raqueros", personajes típicos Santanderinos, descritos por José María de Pereda que, en los siglos XIX y XX acostumbraban a darse un baño en Puerto Chico, buceando en las aguas de la bahía de Santader para recoger las monedas que les lanzaban.

Afin de poursuivre notre promenade artistique à Santander, nous vous présenterons en premier lieu les "Raqueros", personnages typiques de Santander, décrits par José María de Pereda qui, aux XIXe et XXe siècles avaient l'habitude de se baigner à Puerto Chico, plongeant dans les eaux de la baie de Santander afin de ramasser les monnaies qu'on leur lançait.

Os hacemos participe de las obras de Manolo Valdés expuestas en la exposición al aire libre "Arte en la calle" asi como del monumento al poeta madrileño, José Hierro, que el Ayuntamiento de Santander inauguró en abril 2.008. La escultura de José Hierro, junto al mar de la Bahía de Santander cumple los deseos del poeta. Ha sido realizada por la escultora Gema Soldevilla, y en ella por medio de siete paneles de acero dibuja la cabeza del poeta. Unas líneas de su poema "Junto al mar" se situan al pie de la escultura:

Junto al mar:

Si muero que me pongan desnudo,

desnudo junto al mar.

Serán las aguas grises mi escudo y no habrá que luchar.

José Hierro, Abril 2.008

Nous vous faisons participer aux oeuvres de Manolo Valdés exposées en plein air "Art dans la rue", ainsi qu'au monument au poète madrilène, José Hierro, que la mairie de Santander inaugura en avril 2.008. La sculpture de José Hierro au bord de la baie de Santander satisfait les désirs du poète. Elle a été réalisée par la sculptrice Gema Soldevilla, et au moyen de sept panneaux en acier elle dessine le visage du poète. Quelques lignes de son poème "Près de la mer" se situe au pied de la sculpture:

Près de la mer:

Si je meurs que l'on me laisse nu,

nu près de la mer.

Les eaux grises me serviront de bouclier et il ne faudra donc pas lutter.

José Hierro, Avril 2.008